casi renuncié a andar el camino del paraíso incierto,
hoy estuve tentado de aceptar la derrota incruenta,
seducido por la tentación de una dulce indolencia,
hoy, por un instante, creí todas las mentiras,
las que hablan de destino, las que hablan de certezas.
Un paso adelante, dos pasos atrás,
cada paso un lamento, un lamento una culpa,
cada culpa una duda y vuelta a empezar,
de mil lunas las sombras acompañan mis pasos,
indiferentes y bellas ante cada tropiezo,
y mil lunas y sombras están aun por llegar,
esperando, quizás, verme al fin avanzar.
Quizás sólo soy un viajero incompetente,
camino de espaldas, viajo con prisas,
anhelando un destino al que temo llegar,
paso tras paso, tropiezo y caída,
sigo el rastro dejado por un roto en mi mochila,
cada vez mas pesada, y a la vez mas ligera ...
de experiencias y recuerdos por el roto perdidos.
Hoy me he sorprendido anhelando un final cualquiera,
seducido por la tentación de la dulce indolencia,
mas a tiempo comprendí que mi anhelo era en vano,
una vez en camino no hay posible abandono,
y la cumbre del silencio a lo lejos espera
... de locos errantes dorada quimera.
Un paso adelante, dos pasos atrás,
cada paso un lamento, un lamento una culpa,
cada culpa una duda y vuelta a empezar,
recito perdido mis palabras al viento,
palabras que hablan de aquel vagabundo,
por inciertos caminos errante sin rumbo...
quizás podríamos vivir al soñar
... y soñar cuando vivimos...
... y soñamos, y vivimos...
recitando cual rosario el absurdo monólogo,
pero no es un rezo,
es el monólogo del vagabundo,
por inciertos caminos errante sin rumbo,
esperando al destino cruzar su camino.
... quizás debiéramos comenzar a vivir cada día
y borrar toda memoria con cada sueño,
quizás debiéramos vivir al soñar
y la cumbre del silencio al alba coronar...
y soñar cuando vivimos...
esperando una quimera al final del camino.
Y a cada paso un lamento
y un lamento una culpa,
cada culpa una duda
y vuelta a empezar...
LOU RAMBLER – Julio 2006
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